ANTONIO PELAYO | Corresponsal de Vida Nueva en Roma
“Tuve el honor de conocer y de tratar alguna vez a monseñor Álvaro del Portillo, del que el Papa acaba de firmar un decreto reconociendo sus “virtudes heroicas”…”
Tuve el honor de conocer y de tratar alguna vez a monseñor Álvaro del Portillo, del que el Papa acaba de firmar un decreto reconociendo sus “virtudes heroicas”, paso que anticipa su próxima beatificación.
Siempre me impresionó en Don Álvaro –así me dijo que le tratara, aunque ya era obispo y prelado del Opus Dei– su “paternidad”, una dimensión de su persona que le hacía cercano y afable. Murió en 1994 después de un viaje a Tierra Santa, como si hubiera querido anticipar su regreso a la Casa del Padre.
En el nº 2.808 de Vida Nueva.