Cientos de miles de personas se manifestaron el pasado fin de semana en muchos puntos del planeta (en la imagen, la concentración de Amsterdan el día 10) para exigir el cese de la ofensiva militar israelí sobre la Franja de Gaza. Que más de la mitad de los muertos sean civiles obliga a estar no en bandos, sino al lado de la paz. Los obispos franceses alertan contra actos antisemitas como el atentado, “tan lamentable como doloroso”, contra una sinagoga de Toulouse el 5 de enero. “Creo que la matanza de Gaza hay que detenerla. Y sólo lo puede hacer un rechazo social generalizado”, acaba de señalar el arzobispo de Tánger, Santiago Agrelo, en un mensaje breve y contundente: “Ni una palabra de justificación para quien mata. Sólo un grito de amor para que nadie mate”.
En el nº 2.644 de Vida Nueva.