El miedo a la libertad de enseñanza

JESÚS DOMINGO MARTÍNEZ. GIRONA | El borrador del proyecto de reforma de la ley de educación que ha presentado el ministro José Ignacio Wert ha abierto dos frentes de oposición que auguran una dura batalla ideológica. Por un lado, el frente nacionalista catalán, que, antes incluso de leer el texto, lo había rechazado frontalmente al considerar que ataca la política de inmersión lingüística.

Por otro, la postura de laicismo del PSOE, que ya ha sacado a relucir sus rancios tics anticlericales acusando falazmente al ministro de “entregar” la educación a la Iglesia católica, así como a la empresa privada.

Ninguna de las dos posturas tiene nada que ver con la urgente necesidad de reformar un sistema educativo que hace aguas por todas partes y que ha situado a España en el último lugar de los países desarrollados. Los dos frentes descritos, el del nacionalismo catalán y el del laicismo socialista, son una clara muestra de, en definitiva, miedo a la libertad; bien con relación a que los ciudadanos puedan utilizar libremente una lengua, o bien por la pérdida de la opción, por parte de la ideología, de influir en los futuros ciudadanos.

En el nº 2.830 de Vida Nueva.

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