Transparentó a Dios en su palabra

papa Benedicto XVI reflejado en el cristal del papamovil

papa Benedicto XVI reflejado en el cristal del papamovil

CAMINO CAÑÓN LOYES, presidenta del Foro de Laicos | El último gesto de Benedicto XVI es el gesto de un hombre para quien la búsqueda de la verdad ha sido una de las peregrinaciones más significativas de su vida. Nos tenía acostumbrados a hablar de la verdad de la fe, de la caridad en la verdad, de verdad y tolerancia… Con este gesto nos ha hablado de la búsqueda de la verdad sobre sí mismo. Nos ha mostrado cómo, cuando la fragilidad se le ha hecho sentir, ha sabido reconocer que había llegado el tiempo para adentrarse, “ligero de equipaje”, en el silencio de la relación con quien es la Fuente de la Vida.

Los hombres y las mujeres de Dios, decía san Pedro Poveda, son inconfundibles. Estamos ante un hombre habitado por el Espíritu de Dios, que nos ha mostrado su confianza en la palabra de Jesús, “la verdad os hará libres”, al haber acometido capítulos de ocultación en la vida de la Iglesia que requerían purificación y petición de perdón. Supo pedirlo y también supo ofrecerlo cuando él mismo fue agredido en su intimidad.

Son expresiones de la fuerza de la fe en Jesucristo de alguien que la ha predicado con vigor, sin escamotear entrega, dándose a sí mismo en su palabra, en sus viajes, en su relación directa con personas de toda condición.

Quizás lo que más me ha impresionado
es el modo en que ha sabido transmitir
la significatividad de la fe cristiana
para la vida humana.

Benedicto XVI tiene ese don de transparentar en su palabra, en sus gestos, en su mirada profunda, limpia, serena, que el Espíritu de Dios ha encontrado en él una morada a su gusto.

Lo vi de cerca durante la JMJ de Madrid, en Cuatro Vientos. Allí me impresionó cómo el recogimiento profundo de su persona, en la adoración ante la Eucaristía, atrajo al silencio prolongado y denso al millón de personas que orábamos con él. Una noche inolvidable.

De su magisterio nos quedan joyas de gran valor. Quizás lo que más me ha impresionado es el modo en que ha sabido transmitir la significatividad de la fe cristiana para la vida humana, para cada persona en particular, y para contribuir a la transformación de la sociedad en la dirección del Reino.

En el nº 2.838 de Vida Nueva.

 

NÚMERO ESPECIAL VIDA NUEVA: BALANCE DE UN PONTIFICADO

 

ESPECIAL WEB: BENEDICTO XVI RENUNCIA

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