De la pobreza de un mundo clónico a la riqueza y novedad de la gracia bautismal
JOSÉ MORENO LOSADA, sacerdote, Pastoral Universitaria de Mérida-Badajoz | Nuestro mundo juega en dos direcciones muy distintas: por una parte, las bases del mercado se asientan en la pluralidad de productos y sus modos para darnos la sensación de libertad permanente en la elección de los mismos. Existen mercados que te realizan un producto a tu propia medida para que no se repitan y tú puedas ser único en la utilización de dichos productos.
Pero, por otra parte, vivimos en el mundo de lo más copiado y falseado. Todos entramos por unos mismos cánones y hacemos unas vidas muy similares, en muchos casos totalmente miméticas. Ya sean los estudios, las costumbres y diversiones, las modas, las aspiraciones…, nunca hemos tenido un mundo tan igualado.
La globalización, que podría posibilitar el encuentro y el enriquecimiento de lo diferente, nos da cuenta muchas veces de la uniformidad y de la imposición de lo poderoso y exitoso sobre todo lo demás. Nuestros niños se vuelven locos por ir a los McDonald’s. Se podría contar muchas veces la vida de un joven en su hacer y aspiraciones, y aplicársela a otro cambiando simplemente su nombre. Estamos en el mundo de la serie…, made in…
Claves verdaderamente originales
Frente a eso, siempre está permanente la invitación propia del ser humano a “ser uno mismo” y a serlo con “originalidad”. Vivir en cristiano, vivir en la gracia de Dios, como bautizado, supone estar y vivir la vida con claves verdaderamente originales, las claves que se obtienen viviendo desde Él, porque Dios es un Dios realmente original.
Mientras el pecado empobrece a la persona, quitándole su gracia propia, su originalidad, lo mejor de ella misma, la gracia del Resucitado y la consiguiente novedad del bautismo lo que hacen es desarrollar al máximo la riqueza de cada persona, llevándola a la plenitud de sus posibilidades, para que se alegre y se goce en ella misma, y pueda vivir en la verdadera libertad.
A fin de cuentas, vivir nuestro bautismo es enraizarnos en la personalidad de Cristo y beber de su libertad y de su gracia vital, que irrumpe en el mundo curando y rompiendo toda atadura para que toda persona pueda ser libre y auténtica.
Vivir el bautismo es llegar a experimentar en verdad esa libertad, encontrar el camino de lo auténtico y de lo más original. A eso estamos llamados los cristianos.
Decálogo de espiritualidad para tiempos de crisis
- I. Déjate afectar
- II. Arriesga
- III. Sé generoso
- IV. Busca el verdadero reconocimiento
- V. Que el servicio sea tu poder
- VI. Aporta lo que eres y puedes
- VII. Ábrete a la comunidad
- VIII. Adéntrate en el mundo
- IX. Desde abajo para ser universal
- X. Haciéndolo todo en nombre de Cristo
Pliego íntegro, publicado en el nº 2.842 de Vida Nueva. Del 6 al 12 de abril de 2013
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