(Juan Rubio– Director de Vida Nueva)
Dice el ya ex presidente de CajaSur, Santiago Gómez, que la jerarquía de la Iglesia nada tiene que ver con la Caja; que ésta es una obra civil encomendada a unos representantes del Cabildo Catedral, órgano independiente del Obispado. Lo bueno o malo que pueda acontecer es exclusiva responsabilidad de los patronos presentes en el Consejo de Administración. Para su obispo, llegado hace apenas un par de meses, estos canónigos están entre los mejores curas que tiene. Conozco a otros muchos que en el nombramiento llevan incluido sudor y olvido por los soleados pueblos andaluces. Unos y otros son también imagen de la Iglesia. No podemos echar balones fuera de banda ni exculpar a quienes nombran a los que han de sentarse en el cabildo cordobés. La imagen de la Iglesia se viene jugando mucho con CajaSur desde hace tiempo y se ha dejado que la dimensión eclesial se diluyera en la financiera. A este equipo le ha correspondido, sin saber cómo hacerlo, conducir entre aguas turbulentas a un viejo pesquero que hizo tanto bien a la imagen de la Iglesia, pero que también ha mostrado una imagen tétrica enmarañada en las redes de dinero y poder.
Publicado en el nº 2.709 de Vida Nueva (del 22 al 28 de mayo de 2010).