(Juan Rubio– Director de Vida Nueva)
Seguimos en la brecha y estrenamos lugar (en la versión en papel) con una felicitación y un agradecimiento. Felicitaciones a María Gómez, mujer de esta casa que el pasado lunes recibía el I Premio “Lolo” de Periodismo, otorgado por la Unión Católica de Informadores y Periodistas de España. Un buen reconocimiento a tan excelente profesional. Y agradecimiento al jurado, que se ha acordado de esta casa, Vida Nueva. La revista, como se encargó de recordar el presidente Rafael Ortega, mantiene el mismo pulso de sus inicios: conformar una información eclesial, bebiendo siempre en las fuentes evangélicas y sirviendo de voz dentro de la Iglesia. Lolo, que hizo sus primeros pinitos en Vida Nueva, de la mano de los grandes, sonreirá desde la balconada del cielo. Su primer sillón de ruedas se lo regaló Vida Nueva. Esta revista se siente orgullosa de su beatificación. En tiempos áridos me permito recordar a María Gómez, en la bella, pero complicada tarea de la información religiosa hoy en España, una de las grandes frases de Lozano Garrido: “Alumbra cada día tu mensaje con dolor, porque la verdad es un ascua que se arranca del cielo y quema las entrañas para iluminar”. Hoy, me permito este donoso agradecimiento y felicitación.
Publicado en el nº 2.708 de Vida Nueva (del 22 al 28 de mayo de 2010).
