‘Vida Nueva’

(Amadeo Rodríguez Magro– Obispo de Plasencia) Una conversación entrañable con un misionero, recién llegado de Zimbabwe para unos días de descanso, tras tres años en la misión, me sugirió que en esta ocasión tenía que escribir sobre la información religiosa. Me comentaba Nemesio –que así se llama– su vida en el bosque, y contestaba a mi pregunta sobre la comunicación con el mundo exterior.

Internet, por supuesto, no llega, y el correo, con mucha dificultad. Sólo, me dice, se puede poner en contacto con la actualidad de la Iglesia en España cuando, cada dos semanas, si las condiciones del terreno se lo permiten y puede salir a la carretera principal, a unos 70 km. de la misión, se reúne con otros sacerdotes en la capital de la diócesis, Hwangue. Allí encuentra y lee Vida Nueva y, aunque no me los menciona, es posible que también otros medios de información.

Al oírle contar esta experiencia, creo que me di cuenta del valor en esencia de la información y hasta también de la responsabilidad del informante hacia quien le ha de leer: en el corazón de Zimbabwe, en pleno bosque, donde la Iglesia se construye y camina a la sombra del árbol bajo el que el misionero itinerante celebra la Eucaristía con sus comunidades –son detalles de su ministerio–, la Iglesia se agranda y se comunica por las noticias, los mensajes, los debates, los estudios… de una revista. Es verdad que en el amplio y plural mundo de la información ésta es sólo una voz entre muchas, pero supongo que gratifica saber que en algunos lugares es una voz que alienta, alegra y enriquece la vida y la actividad pastoral al menos de un joven misionero. Y no es el único; a lo largo de estos 50 años de empeño informativo, doy por seguro que han sido multitud los que han alimentado su amor a la Iglesia a través de este espacio de comunión.

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