Una reciente encuesta ha puesto en evidencia que el 70% de los españoles (porcentaje que asciende al 80% en Italia y Reino Unido) estaría a favor de que el gobierno pidiese a los inmigrantes sin empleo que volvieran a su país de origen. Ya se sabe que en tiempos de crisis se desvanecen principios que se creían arraigados en épocas de bonanza, tales como el derecho a una vida digna, la libre circulación o el valor, por sí misma, de cada persona. Pero es especialmente decepcionante comprobar que el trecho sea tan grande como para pasar de un instintivo proteccionismo de lo considerado como propio a la simple consideración del “otro” como un objeto o un obstáculo.
En el nº 2.653 de Vida Nueva.
