Mucho ha dado que hablar el reciente encuentro de políticos del ámbito de Cristianos Socialistas con cuatro obispos españoles. Y no todo ha sido bueno. Unos y otros quedan marcados. Pero, sobre todo, los segundos. Ocho horas compartieron en una casa de ejercicios de las afueras de Madrid un grupo de dos docenas de personas, tiempo suficiente para restañar heridas y aclarar malentendidos. También para enriquecer la comunión eclesial. Otros obispos han mantenido también encuentros con otros políticos en otras ocasiones. Y así debería seguir siendo. Pero habría que cuidar que todos, unos y otros, fuesen conscientes de que quienes se reúnen, en definitiva, son un grupo de cristianos a los que mueven no las consignas oportunistas, sino las implicaciones políticas de su fe. Porque los pastores lo son de todo el rebaño.
El nº 2.648 de Vida Nueva.
