JOSÉ IGNACIO CALLEJA SÁENZ DE NAVARETE. VITORIA-GASTEIZ | A propósito de El balance del arzobispo emérito, D. Fernando Sebastián, yo, si pensara que un gobernante (Zapatero) y un Estado (España) han legislado, en mi país, “un derecho a matar niños inocentes con tal de poder disfrutar del sexo sin responsabilidades”, no podría tener ningún trato con ese gobernante y ese Estado hasta resolver, si preciso fuera con mi encarcelamiento, esa injusticia absoluta y mayor.
Me sorprende una conciencia moral cristiana que dice esto y mantiene mil acuerdos con ese Estado. Más aún, me sorprende que lo reconozca como poder político legítimo. Debo de ser un bárbaro para no compartir esa formulación del mal moral del aborto, pero ya se sabe, “la verdad de las cosas reside en los matices”. Cada vez gusta menos oír esto.
Puede consultar la columna de Fernando Sebastián pinchando aquí
En el nº 2.752 de Vida Nueva
