Seis meses después del levantamiento de las excomuniones a los cuatro obispos lefebvristas, el Episcopado alemán pide a Roma claridad con respecto a la Fraternidad San Pío X (FSSPX). La consagración de una capilla en Fulda y la prevista ordenación de tres sacerdotes en Zaitzokofen, el 27 de junio, son calificadas por los respectivos prelados locales, Algermissen y Müller, de “provocación”, y Zollitsch, el presidente del Episcopado, habla de una “afrenta para la unidad de la Iglesia”. La FSSPX lamenta las “violentas reacciones” de los que han “aprovechado para levantarse abiertamente contra el Sumo Pontífice” y se muestran “hastiados” de los alemanes y su “hostilidad desprovista de caridad”. El día 10, Doctrina de la Fe se reunía para delimitar el marco del diálogo doctrinal con la Fraternidad.
En el nº 2.665 de Vida Nueva.
