MANUEL MUÑOZ, correo electrónico | He leído en el nº 2.869 de Vida Nueva, del 2 al 8 de noviembre, una carta de Antoni Matabosch sobre un artículo previo de Fernando García de Cortázar, titulado Nacionalismo y deshumanización [publicado en el nº 2.866]. Desde hace tiempo, leo con interés escritos de Antoni Matabosch, un apasionado del movimiento ecuménico. Por eso me sorprende más su respuesta ácida al artículo del historiador jesuita.
Sobra la descalificación general –pienso– y sin argumentos; al menos no los explica. Es más bien una respuesta visceral en un experto en relaciones ecuménicas y otros temas del pensamiento. No me explico bien cómo se puede rechazar “rotundamente” una reflexión solamente desde los sentimientos.
El asunto merece una reflexión más ponderada, me parece. He pensado siempre bien de personas que quieren entender a los que piensan de otra forma y, entre ellos, contaba hasta ahora a Antoni Matabosch.
En el nº 2.872 de Vida Nueva
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