JESÚS DOMINGO MARTÍNEZ (GIRONA) | Hoy hay más de 100 millones de cristianos que sufren persecución, pero los motivos religiosos no están en las agendas internacionales.
No hay un plan serio para luchar por la libertad religiosa. Es más, la persecución es ignorada, cuando no silenciada, como si de un tabú se tratara. Los mandatarios del mundo libre jamás hablan de ello, y si lo hacen, esconden las verdaderas razones de la persecución.
Así de duro y así de cierto.
En el nº 2.896 de Vida Nueva
Pueden enviar sus cartas con sugerencias o comentarios a: director.vidanueva@ppc-editorial.com