Bahais

Lramon 18(Lucía Ramón Carbonell– Profesora de la Cátedra de las Tres Religiones de la Universidad de Valencia)

“Desde mi experiencia, los bahais constituyen -en términos evangélicos- sal, luz y levadura, también en nuestro país, por su modo de vivir la religión. Para ellos, la fe se verifica en la práctica”

La Unesco acaba de incluir en su lista del Patrimonio de la Humanidad los lugares sagrados bahais en Haifa y Galilea Occidental. Es un reconocimiento a una fe que es minoritaria y a la vez está ampliamente extendida y que sufre una grave persecución en algunos países musulmanes, como Irán y Egipto. Es llamativo que haya sido Israel quien haya promovido este reconocimiento, aunque no nos extraña demasiado a quienes hemos trabajado codo con codo con los bahais en el terreno interreligioso y social.

La comunidad internacional bahai destaca por su trabajo por la implantacion de los derechos humanos y está acreditada con rango consultivo ante Unicef y el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas. Desde mi experiencia, los bahais constituyen -en términos evangélicos- sal, luz y levadura, también en nuestro país, por su modo de vivir la religión. Para ellos, la fe se verifica en la práctica. Su sentido de la unidad del género humano y de la unicidad de Dios los abre a la colaboración con todos en la búsqueda de la verdad y la justicia. “Esforzaos para que vuestras acciones sean a diario hermosas oraciones”. “Aquellos que son del pueblo de Dios no tienen otra ambición salvo revivir al mundo, ennoblecer su vida y regenerar a sus pueblos”. “Considera a cada cual como un padre, como un hermano, una hermana, una madre o como un hijo. Si logras hacer esto, tus dificultades desaparecerán, sabrás qué hacer” (Abdul’l-Baha).

Éstas son algunas perlas de sabiduria bahai que nos interpelan también a nosotros. Gracias, hermanos bahais, en el cincuenta aniversario de vuestra presencia en España.

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