Director del Museo Oriental (Valladolid)
(M. Á. Malavia) Este año celebramos el V Centenario del nacimiento del Padre Urdaneta (1508-1568). Como marino y monje agustino fue un personaje realmente polifacético… Él fue el que abrió el camino de España (y de Occidente en general) a Oriente al descubrir la ruta del ‘Tornaviaje’, que puso en contacto México con Filipinas. La pena es que hoy, cinco siglos después, nosotros parecemos dar la espalda a Oriente; no nos preocupan sus asuntos. Con excepciones, como los Juegos de Pekín, nunca nos acordamos de ellos.
Fue todo un pionero en el diálogo entre culturas. Ahora se habla mucho de la Alianza de Civilizaciones, pero él fue el que dio el primer paso. Tenía una visión global del mundo. Era de una aldea vasca, pero fue un viajero incansable (fue el segundo hombre en dar la vuelta al mundo, tras Elcano) y se mostró como un personaje universal. Creía en el hombre como uno solo, sin distinciones de naciones y culturas. Hoy, en cambio, en su tierra algunos apuestan por la tribalización de las naciones.
¿También fue evangelizador? Su gran viaje fue llegar a Cristo. Ingresó en los agustinos con 50 años, al final de su vida, por lo que no tuvo mucho tiempo de evangelizar. Pero por su ruta han pasado 10.000 misioneros que han dejado su semilla en Oriente, lo que da idea de su importancia.