Bolonia no puede esperar

La reforma que supone el Plan Bolonia es también un asunto que afecta al Vaticano y a los estudios de rango eclesiástico que se cursan en Europa. Roma pidió a las Conferencias Episcopales que enviaran, para su aprobación, las reformas pertinentes de los estatutos, acomodándose a la instrucción para este tipo de centros. Esto de Bolonia también va con España. La Conferencia Episcopal Española, con prisa, en la última Plenaria, pidió una moratoria. Roma no ha respondido aún, porque, aunque la concedieran, ya vamos retrasados, y sin necesidad alguna. España, como siempre, a la retranca. ¡Arreglen eso por bien de todos! Bolonia es una realidad que está ya aquí. Estar es lo inteligente. Algunas Facultades han reaccionado por su cuenta, indignadas por lo que consideran “dejadez”.

En el nº 2.664 de Vida Nueva.

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