Briznas de esperanza

(Lucía Ramón Carbonell- Profesora de la Cátedra de las Tres Religiones de la Universidad de Valencia) Acabamos de celebrar la Jornada Pro Orantibus, el día de la vida contemplativa, uno de los tesoros de nuestra Iglesia. Testigos de la gratuidad en esta sociedad del rendimiento, las/os contemplativas/os están explorando caminos antiguos de forma nueva. Son Briznas de esperanza en una Iglesia y una sociedad necesitadas de gente abierta al Espíritu y con experiencia del Espíritu.

Así se titula un bello libro (Claret 2007) escrito por la hermana Gadi Bosch, del Monasterio de Santa Clara de Ciutadella (Menorca). Un texto para leer sin prisas, para descubrir y aprender a saborear esa gran desconocida que es nuestra interioridad, que nos abre a la realidad desde otra sensibilidad.

Frente a la comida rápida, Gadi nos invita a gozar del mejor vino en una cena íntima y a brindar con el Amado “por la vida y la vocación que me has regalado y quiero. Por todas las personas que… hemos caminado juntas acompañándonos; por las que se atreven a buscarte y te encuentran en la ausencia; por las que sacan sabiduría de las cosas sencillas; por las que perciben la eternidad en el instante de la vida ordinaria; por las que viven la tarea de elegir lo que aman y de amar lo que eligen; por las que gozan contemplando las puestas de sol y las estrellas en la noche…; por las que son poetisas capaces de ver lo que hay y hacérnoslo sentir; por las personas que lo que ven y dicen las sostiene por dentro; por las que son generosas a fondo perdido; por las que saben agradecer; por las que siembran sonrisas de esperanza”.

Gracias, hermanos y hermanas contemplativas, por enseñarnos a gozar de la dimensión de profundidad de nuestra vida cristiana.

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