Buena samaritana en Perú

ÁNGEL GARCÍA RODRÍGUEZ (O.SS.T., LIMA) | Desde Lima, en Perú, quiero presentar el testimonio de una mujer laica comprometida, que es la coordinadora de la Pastoral de la Esperanza en el Callao. Ella es la capellana del penal Sarita Colonia.

Me refiero a María de las Mercedes López, la hermana Meche, como todos la conocemos… Por su labor y entrega a los encarcelados y a la Diócesis del Callao, el pasado año, la Santa Sede le otorgaba un merecido reconocimiento. Y, el pasado 12 de marzo, la Embajada de España le otorgaba a esta mujer nacida en Madrid la Cruz de Oficial de la Orden de Isabel la Católica. Estuvimos en Barranco, junto a ella. Emocionada, agradecía a Dios, a las autoridades de España, a la Iglesia y, en especial, a los hombres y mujeres encarcelados por los que se desvive.

Frente a la cruda realidad de los presos, Meche, con su genio español, es para todos los internos como una “buena samaritana”. Ella, sin bombo ni platillo, sale a su encuentro para intentar solucionar y aliviar sus problemas, porque los ve golpeados, tristes y muy necesitados.

A lo largo de estos 30 años en Perú, cruza casi todos los días las puertas del penal, preparada para 400 presos, pero en donde viven hacinados cerca de 3.000. Meche no deja de pensar en sus presos, pero especialmente en los españoles… Y así anda, llorando y clamando ayudas a la Embajada Española y a distintas instituciones. Y, desde el año 2006, gracias a la diócesis, cuenta con el apoyo de una casa de acogida para los presos españoles y sus familias. Y ahí está Meche, con los brazos abiertos y con el apoyo de los agentes de la Pastoral de la Esperanza y tantos hermanos que colaboran, para que esta obra continúe ofreciendo su servicio.

Los que conocemos a Meche la felicitamos y rogamos a Dios que ojalá en Perú haya muchas “hermanas Meches” que se desvivan por llevar el Reino de Dios a los hombres y mujeres privados de libertad en las cárceles.

 

En el nº 2.892 de Vida Nueva

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