LLUIS ESQUENA (TORROELLA DE MONTGRÍ, GIRONA) | Ante la crisis política de Ucrania, la COMECE (Comisión de Conferencias Episcopales de la Unión Europea) presentó en Bruselas una declaración para las próximas elecciones al Parlamento Europeo, resaltando algunos puntos de especial preocupación para la Iglesia.
Como el aumento de la pobreza o el retroceso en la solidaridad entre los Estados y regiones de Europa. Pero si la crisis centra el documento, en las conversaciones entre los obispos el gran tema es Ucrania. Como recordó el presidente de la COMECE, el cardenal Reinhard Marx (arzobispo de Múnich y Freising), la situación allí nos enseña que no podemos dar por garantizada la paz ni la democracia en Europa.
De repente, han vuelto el fantasma de la Guerra Fría y el espectro del nacionalismo imperialista, según denuncia el arzobispo de Múnich, que pide que la “invasión ilegal rusa de Crimea” no deje indiferentes a los ciudadanos del continente.
En el nº 2.892 de Vida Nueva
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