(Francisco Armenteros– Correo electrónico) Me ha gustado mucho el ‘A ras de suelo’, del director Juan Rubio, y que apareció en el número 2.683 de su revista bajo el título Se cumple la hoja de ruta episcopal. Me ha parecido acertado, prudente, oportuno y respetuoso. Había decidido ponerle unas líneas de felicitación, y así lo hago. Luego, en la página de ‘En clave’, he visto el comentario encabezado por el siguiente enunciado: No se trata de una foto cualquiera.
Ilustra lo expuesto una fotografía en la que el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, aparece con los empresarios del Ibex-35. Así, lo que más me ha sorprendido ha sido el final del texto: “No es una foto afortunada ésta de la Iglesia sonriente entre los poderosos”; aunque queda claro que el motivo era promover la Jornada Mundial de la Juventud y, se supone, que ayuden en su financiación. Recordé unas palabras del Papa en un encuentro con sacerdotes en febrero de este año: “En este sentido, me parece muy importante lo que usted ha señalado, es decir, la necesidad de unir la Palabra con el testimonio de una vida recta, de ser para los demás, de abrirse a los pobres, a los necesitados, pero también a los ricos, que necesitan abrir su corazón, necesitan que alguien llame a su corazón”.
Permítame otro comentario más: admiro que en Vida Nueva reseñen libros de otras muchas editoriales; me parece un gesto de magnanimidad y objetividad.
En el nº 2.685 de Vida Nueva.
