La reforma de la Ley del Aborto atraviesa su última fase, previa a su aprobación definitiva, con el “consenso” de las fuerzas, precisamente, favorables a la misma. Así, ERC, IU-ICV y el propio PSOE han dado luz verde a la objeción de conciencia para el personal sanitario de un centro público a la hora de afrontar un aborto. Eso sí, con un enfoque ciertamente restrictivo: sólo podrán objetar el cirujano y el enfermero, por escrito y de manera individual, “evitando” así las “objeciones colectivas”. Lástima que esa “minuciosidad” no se ponga de manifiesto en otros puntos de la ley: mientras en el proyecto se exigían los informes de dos especialistas para los casos de entre 14 y 22 semanas de gestación, ahora bastará con uno.
En el nº 2.687 de Vida Nueva.
