(Javier Cortés– Director general del Grupo SM) En el año 1992, el proyecto PPC se convirtió en una sociedad anónima con tres socios paritarios: el Sodalicio, antiguo propietario de PPC, Bayard Press, una empresa de comunicación ligada a los Asuncionistas en Francia, y el Grupo SM, ligado a su vez a los religiosos marianistas de España.
A partir del año 1996, el Grupo SM se convirtió en el accionista mayoritario compartiendo Consejo de Administración con la Universidad Pontificia de Salamanca, que había heredado la posición del Sodalicio en PPC. Todo este proceso bien liderado por D. Antonio Montero ha permitido que hoy la editorial PPC goce de una robusta posición en el ámbito de la edición religiosa iberoamericana y que pueda afrontar planes de futuro innovadores y de expansión.
Para el Grupo SM, incorporar a su horizonte de estrategia editorial la edición religiosa por medio de PPC ha supuesto un reto apasionante y un enriquecimiento del que nos sentimos orgullosos y agradecidos. El Grupo SM es hoy unos de los grupos editoriales iberoamericanos líderes en el ámbito educativo y de la literatura infantil y juvenil, con presencia directa en ocho países, además de España, con una oferta claramente inspirada en los valores cristianos y con una vocación de presencia altamente competitiva en todos los estamentos de las sociedades donde está presente. Hasta la incorporación de PPC, la tradición de la edición religiosa en SM había estado localizada en los materiales para la Enseñanza Religiosa Escolar, en el que hemos alcanzado un liderazgo indiscutible en todos los países donde trabajamos.
Hoy, la magnífica relación con la Universidad Pontificia de Salamanca, la buena integración funcional de PPC en el Grupo SM y la solidez del proyecto empresarial de PPC nos han permitido definir un proyecto editorial renovado que nos va a abrir a nuevos horizontes de innovación y de presencia. Y esto que afirmamos de PPC lo reiteramos de Vida Nueva, auténtico buque insignia de lo que PPC ha representado y representa en la sociedad y en la Iglesia en España. El proceso de reflexión que hemos llevado a cabo en estos últimos años sobre Vida Nueva nos ha permitido disponer hoy no sólo de un proyecto actualizado y definido, fiel a lo mejor de su propia tradición pero al servicio de las nuevas necesidades de los cristianos de hoy, sino de un equipo bien coordinado entre sí (consejo editorial, dirección, redacción, marketing y gestión) y capaz de dar vida semana tras semana a este instrumento de comunicación.
Visión global
Hoy Vida Nueva, dentro de la autonomía que le corresponde y lejos de cualquier instrumentalización interna o externa, se encuentra en la misma dinámica de creatividad y de expansión que el resto de las iniciativas editoriales del Grupo SM. Estamos en el paso del ecuador de un plan estratégico que adaptó las estructuras del Grupo a una visión más global, al tiempo que desarrollaba una mayor autonomía de los equipos responsables de las diferentes líneas de actividad editorial y que ha dado muy buenos resultados. PPC y Vida Nueva están inmersos en esta dinámica en pie de igualdad junto al resto de iniciativas editoriales del Grupo, respetando su idiosincrasia y trabajando intensamente en los órganos colegiados correspondientes con los socios con los que compartimos la responsabilidad del proyecto.
A nadie se le escapa a estas alturas del siglo XXI que la religión está constituyendo -y va a constituir aún más en el fututo-, un elemento clave en la vida de las personas y de los pueblos y en la convivencia de la humanidad. Vida Nueva representa un compromiso real y concreto, y validado por su propia historia, al servicio de toda esa sensibilidad. Como una voz de Iglesia que es, quiere hacerse presente en la sociedad para anunciar y acompañar la vida de los cristianos y de todos los hombres y mujeres de buena voluntad en un intento constante de fidelidad al Vaticano II, que quiso traspasar con su mensaje las fronteras de los ámbitos confesionales para alcanzar a tantos que buscan una palabra de sentido y de felicidad en nuestro mundo.
La coherencia de este compromiso abrirá Vida Nueva a nuevos horizontes, tanto en sus formatos y soportes, como en su presencia pública. Estamos dispuestos a afrontar esos retos con creatividad y profesionalidad desde el convencimiento de que este proyecto representa un servicio necesario para el desarrollo de una comunidad cristiana adulta, abierta y comprometida con la sociedad en la que vive. Hay mucha vida en torno a las personas comprometidas con el Evangelio que merece ser narrada como buena noticia para hoy.
En el nº 2.652 de Vida Nueva (especial 50º aniversario).