CARLOS AMIGO VALLEJO | Cardenal arzobispo emérito de Sevilla
“Francisco, muy sensible a lo que ocurre en el mundo, muestra su interés por la relación de la Iglesia católica con judíos y musulmanes…”
Se acaba de celebrar en Madrid el Encuentro Internacional Católico-Judío. Este tipo de actividades están en la línea de lo que quiere el papa Francisco: hacer de la Iglesia la casa de todos. A cada uno se le recibirá con respeto y tendrá su sitio y su palabra. Así lo dijo, al poco de ser elegido, en un encuentro con representantes de distintas religiones.
Darek-Nyumba significa “tu casa”, en árabe y swahili. Durante 45 años, en esa asociación ha ido desarrollando sus actividades el Grupo de Estudios Islamo-Cristianos. Acogida de estudiantes de distintos países, encuentros entre intelectuales, foros de opinión y otras actividades. Periódicamente se publicaban los Cuadernos de Darek-Nyumba. En ellos se daba noticia de la relación y el diálogo entre cristianos y musulmanes, el magisterio pontificio y el de las conferencias episcopales y se publicaban números monográficos que ofrecían orientación acerca del conocimiento del mundo del diálogo con el islam. La colección de estos cuadernos es una inapreciable fuente para saber situarse adecuadamente ante el diálogo interreligioso.
Por unas y otras razones, el islam y los musulmanes son un tema de permanente actualidad. Francisco, muy sensible a lo que ocurre en el mundo, muestra su interés por la relación de la Iglesia católica con judíos y musulmanes. Lejos de cualquier forma de proselitismo, se trata no de estar unos contra otros, sino juntos unos y otros. Buscar la paz promoviendo aquellas acciones que contribuyan a un mejor entendimiento entre los pueblos, el apoyo recíproco y la solidaridad fraterna y el cuidado de aquellos valores y virtudes que compartimos.
Se trata de un diálogo entre creyentes y, por lo tanto, siempre con la mirada puesta en Dios y lo que quiere para la humanidad entera. Cada uno ofrece aquello que de Dios ha recibido. Nada se quiere imponer a nadie, pero el hombre de fe no puede dejar de compartir con los demás aquello que son los convencimientos más profundos de su creencia.
Darek-Nyumba continúa, en alguna manera, llevando a cabo su proyecto de hacer una casa que sea atrio y foro para el encuentro, la reflexión y el ofrecimiento a todo aquel que quiera conocer las responsabilidades de su fe, entre las que no pueden faltar la fidelidad a la voluntad de Dios y la solidaridad y la caridad con el prójimo.
Darek-Nyumba no tiene nostalgia del pasado, sino confianza en el futuro. Quiere seguir las líneas del diálogo que propiciara el Concilio Vaticano II y que han seguido y alentado los últimos papas. Ahora es Francisco el que invita a entrar en este foro del diálogo interreligioso.
El papa Francisco quiere subrayar la importancia de la educación para comprenderse y respetarse mejor. Con una actitud de bondad hacia las personas, en consideración y estima. Formar a los jóvenes a pensar y hablar de forma respetuosa de las otras religiones. Hay que intensificar el diálogo mutuo y la cooperación, en particular a través de la educación (Ramadán 2013).
En el nº 2.870 de Vida Nueva