Enanitos
“La vida nunca se juega a una sola baza, ni la verdad es un bloque de roca marmoleña. Habrá que acudir al viejo símbolo del mosaico: entre todos, absolutamente entre todos, componemos la vida y la verdad. Y, o nos juntamos, o fracasaremos en toda la línea. O nos abrimos, o a todos nos cerrarán la puerta. O dialogamos, o esto será un infame turbillón de ruidos que dejarán sorda a la humanidad entera. Yo solo y tú solo, hermano, somos enanitos. Inofensivos gnomos de fábula que se pasarán la vida incordiando a todo bicho viviente. Tarea poco elegante y nada, absolutamente nada, eficaz”.
En el nº 2.657 de Vida Nueva.