Miles de marineros festejan el 16 de julio a su patrona, la Virgen del Carmen
(Miguel Ángel Malavia) Cuando el 16 de julio se celebre la festividad del Carmen, serán los marineros los que veneren de un modo muy especial a su patrona, la Stella Maris. La Iglesia, conocedora de esa devoción, mantiene muy viva la acción pastoral con ellos a través del Apostolado del Mar.
En España, su director nacional es Agustín Romero Lojo. Este sacerdote gallego siempre ha mantenido una especial relación con aquellos que tienen que ganarse la vida fuera de su hogar, alejados de los suyos. En sus inicios como sacerdote, en Francia, ya se ocupó de la atención a los emigrantes. Regresado a su diócesis, Santiago de Compostela, le fue encomendada la pastoral con los marinos. Desde hace casi cinco años, es el delegado nacional del Apostolado del Mar. Agustín Romero destaca que la devoción de los marinos por la Virgen del Carmen es algo muy profundo en su ser. El día 16, en todas las localidades costeras, los marinos guardarán por un día las redes y participarán con alegría y emoción en la procesión de “su” madre protectora. En muchos puertos, la imagen de la Virgen atravesará la costa a bordo de un barco, escoltada por multitud de embarcaciones.
El sacerdote detalla las numerosas acciones del Apostolado del Mar a lo largo de todo el año. “Nuestra labor es ante todo social: mantenemos centros lúdicos para los marinos, atendemos a sus mujeres a través de cursos de apoyo familiar o tratamos de ayudar a las familias con necesidades económicas”.
Éste también destaca la función desempeñada con los inmigrantes, principalmente sudamericanos, y que cada vez son más en los barcos españoles. “Buscamos que se sientan parte importante e integrante de nuestra comunidad. Si ya de por sí es dura la vida del marino, alejado tanto tiempo de su familia, el caso de estos chicos, a miles de kilómetros de su gente, es a veces dramático”. Las acciones con ellos suelen ser muy prácticas, como crear clubes sociales, con precios muy reducidos y que vienen a ser como su segunda casa.
Cuestionado por su mayor satisfacción al frente de esta delegación, Agustín lo tiene claro: “Viajo por todas las diócesis costeras y siempre recibo el cariño de los marinos. De verdad que les veo gozosos en nuestras celebraciones, ante la Virgen, con un sentimiento humilde. Por todo ello me siento muy orgulloso de formar parte de la familia del mar”.