El aborto como arma arrojadiza

(Miguel Ángel Evangelista Guzmán– Córdoba) Todos los cristianos estamos a favor de la vida (la vida humana y la Vida en Cristo). Pero el aborto se ha politizado o, lo que es lo mismo, se ha “encanallado”. El aborto se puede contemplar desde diversos puntos de vista: desde la ciencia (que nos dirá cuándo hay persona); desde las religiones (que nos hablarán de la dignidad de la persona humana); y desde el Evangelio (que, además de la dignidad humana, nos hablará del Amor de Dios).

Los cristianos no podemos utilizar el aborto como arma arrojadiza contra nadie. No podemos celebrar eucaristías multitudinarias, con banderas, gritos, insultos, etc. Ese tipo de eucaristías no recuerdan para nada la Última Cena del Señor.

Jesús no condenaba e insultaba a los pecadores, sino que comía con ellos… y se convertían. Esta “pasada” del Maestro sacaba de quicio a los puros (fariseos) y a las autoridades religiosas (sumos sacerdotes y doctores de la ley). Jesús no podía estar de acuerdo con las leyes del Imperio sobre la esclavitud. Ni con las judías sobre la mujer. Sin embargo, nunca las criticó en público… Pero liberó a los esclavos y a las mujeres.

En el nº 2.697 de Vida Nueva.

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