En su nombre

María, Elizabeth, Laura, Pilar, Encarnación… 70 mujeres, según los datos oficiales del Ministerio de Igualdad, fueron víctimas de la violencia machista durante 2008. Sus nombres e historias deben restar la frialdad con la que normalmente se manejan cifras y balances y obligarnos a reflexionar sobre qué está fallando en la lucha contra esta terrible lacra. Es cierto que se han dado pasos, como la Ley Integral de Violencia de Género, en vigor desde hace cuatro años, pero aún queda mucho por hacer. Por ejemplo, la Asociación Profesional de la Magistratura considera necesarias más medidas educativas y preventivas que contribuyan a sembrar en los ciudadanos, desde edades muy tempranas, conductas basadas en el respeto y la tolerancia.

En el nº 2.643 de Vida Nueva.

Compartir