JUAN RUBIO, director de Vida Nueva | Dicen que Stalin preguntó a Churchill en Yalta: “¿Cuántas divisiones tiene el Papa?”. Estaban en Madrid en toda su riqueza y variedad: en el Bernabéu, los Legionarios, y en el Palacio de Deportes, los religiosos de CONFER. Repartidos, los jóvenes de Comunión y Liberación, el Movimiento Focolar o el Camino Neocatecumenal.
Muy discretas las religiosas de Teresa de Calcuta, junto a los Scouts Católicos. Ocupaban un rincón los Heraldos y otro los monjes de Taizé, que alternaban con jóvenes salesianos, jesuitas, marianistas, dominicos, franciscanos… Estaban allí aunque a alguien se le olvidara citarlos en los saludos.
Jóvenes de parroquias y cofradías, catequistas, voluntarios. Jóvenes en tierra de nadie y de movimientos espirituales o grupos empeñados en la justicia. Había jóvenes invidentes y jóvenes por un Mundo Nuevo. Jóvenes sacerdotes y seminaristas; de Manos Unidas, de la Adoración Nocturna o la Legión de María.
Son las divisiones del Papa; el rico, plural y variopinto ejército papal que no debe darse codazos y arrogarse exclusividad. Para la tarea hace falta unir todas las manos. ¡Esta es la juventud del Papa!
- La crónica del director: JMJ: “Catholic Youth Pride”, por Juan Rubio
En el nº 2.765 de Vida Nueva.
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NÚMERO ESPECIAL de Vida Nueva
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