Imágenes de la fe aborda la figura del nobel francés
VIDA NUEVA | Imágenes de la fe, hermana de la revista Vida Nueva, dedica su número 483, correspondiente al mes de mayo, a François Mauriac (Burdeos, 1885-París, 1970), escritor que destacó por plasmar en toda su obra lo más profundo del ser humano, sin olvidar el horizonte de Dios.
Hombre de profunda fe, “escribe –se puede leer en este monográfico realizado por el director de Vida Nueva, Juan Rubio– confiado en ese Dios que siempre se asoma, al final de sus novelas, en cada esquina, devolviendo la esperanza, que es el hilo de Ariadna que hoy necesita el hombre para salir del laberinto en el que vive inmerso”.
A través de este trabajo, Juan Rubio propone un recorrido por la obra del Premio Nobel de Literatura de 1952, que no es sino un viaje por su vida, su contexto, sus temas favoritos, sus preguntas y conflictos. Un trabajo que nos aclarará si puede ser reconocido como un clásico o no. En concreto, a través de las páginas de Imágenes de la fe, Rubio invita a entrar en tres de sus obras, a su juicio, las más significativas de Mauriac: El beso al leproso (1922), El desierto del amor (1929) y Nudo de víboras (1932).
Hoy, el escritor francés es un completo olvidado en España, pues para leerle hay que buscarle en francés o en ediciones que ya están descatalogadas. Sin embargo, merece la pena recuperarle, leerle y ponerle en valor. Y es que Mauriac es, según Rubio:
Un influyente escritor, con incursiones en el periodismo, que se abrió en canal en su escritura desatada recibiendo toda la fuerza telúrica de su tierra, escenario de sus dramas, fuerza atávica en sus personajes.