Lo que surgió como un problema local en México, en unas horas pasó a ser temido como una pandemia mundial. La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) tardó sólo cuatro días en afirmar que ante la gripe porcina no valía la pena restringir los viajes “porque el virus está ya muy extendido geográficamente”. Pese al desconcierto que aún embarga la cuestión, lo que sí es exigible a las autoridades es que hagan públicos todos los datos que tengan. La realidad nunca puede ser alarmismo. Hasta el momento, el mayor número de víctimas (más de un centenar) se encontraba en México, que ha suspendido las clases en los colegios. En la foto, religiosas en la catedral de la capital mexicana.
En el nº 2.658 de Vida Nueva.
