Director del Centro de Estudios Pastorales de Cataluña (CEP)
(M. Á. Malavia) ¿Cómo surgió el Centro de Estudios Pastorales (CEP)?
Fue en 1968, como un fruto del Concilio, con la pretensión de crear un espacio específico para la formación de sacerdotes y agentes pastorales laicos. Nuestra relación con los seminarios y las facultades de teología es muy estrecha, pues somos un organismo diocesano para toda Cataluña, dependiente de sus obispos. Somos un centro de colaboración para la transmisión de la Palabra.
Acaban de cumplir 40 años. ¿Cuál es su balance?
Es positivo, pues hemos contado con una participación muy grande en toda Cataluña. Ha habido dos grandes fases en ese camino: La primera, de 1968 a 1995, dirigida principalmente a los presbíteros, reciclando los métodos de evangelización; la segunda, que empezó con el Concilio Provincial Tarraconense y se mantiene en la actualidad, ya cuenta con el protagonismo esencial de los seglares.
Se han adaptado al devenir de los tiempos…
Siempre hemos apostado por el laico, pero ahora es un hecho que vivimos en una sociedad más secularizada. Ante el descenso de vocaciones al sacerdocio, son los laicos los que están adquiriendo una mayor responsabilidad de cara a la pastoral de la evangelización.
En el nº 2.637 de Vida Nueva.