Nuevo rector del Seminario Menor de Tui-Vigo
(M. Á. Malavia) ¿Cómo afronta su nombramiento como nuevo rector del Seminario Menor? Ante todo con esperanza. Creo que el cuidado de los seminaristas es muy importante, sobre todo en estos tiempos tan difíciles, en los que hay falta de vocaciones. Por suerte, en nuestra diócesis, como es pequeña, no se nota tanto.
Es profesor de un Instituto Teológico. Eso determinará su vocación formadora… Evidentemente, pero creo que lo principal, antes que nada, es el simple acompañamiento de los seminaristas. El que ellos perciban que estás a su lado. Por suerte, en las tres parroquias en que he estado había un seminarista ayudando en el día a día. Estando con ellos he aprendido mucho, pues ves cómo piensan, cómo evolucionan…
¿Cuáles son para usted las capacidades básicas que ha de tener un futuro sacerdote? Lo esencial es tener mucha humanidad, estar muy atento a la realidad social que le rodea. Y por supuesto, ha de tener una fe profunda y mantener siempre la esperanza. La confianza en momentos de dificultades es básica, pues éstos llegan. Por último, hay que tener conciencia de estar haciendo un gran bien tanto para la Iglesia como para la sociedad en general.
