Desgraciadamente, no siempre es así. Pero, a veces, la Historia hace justicia mientras es tiempo presente y no pretérito. Radovan Karadzic, máximo responsable del horrible genocidio de Srebrenica en la guerra de Bosnia (que acabó con la vida de 8.000 personas en julio de 1995, en una zona catalogada de “segura” por la ONU), va a ser juzgado por el Tribunal Internacional de La Haya. Pese a sus intentos de boicot –no se presentó el primer día del juicio, alegando que aún no había concluido la preparación de su defensa–, el proceso no tiene marcha atrás. Se están acabando los tiempos en que la impunidad de los dictadores era mayor según aumentaba el volumen de sus aborrecibles actos.
En el nº 2.681 de Vida Nueva.
