Piden que la Iglesia apueste más por esa organización y la dote de medios
(Texto y foto: José Carlos Rodríguez Soto) Debéis ser como un atleta a punto de empezar la carrera: tened un pie firmemente anclado (en la Iglesia) y el otro fuera listo para correr”. Javier Ansó, que fue secretario de Justicia y Paz en España de 1986 a 1996, recuerda esta frase dicha por el cardenal Ángel Suquía sobre cómo concebía él la misión de esta avanzadilla de la Iglesia “para llegar a donde no solemos llegar”.
Desde su fundación en 1968, inmediatamente después de que Pablo VI instituyera el Consejo Pontificio como fruto del Vaticano II, Justicia y Paz ha desempeñado un papel relevante en la sociedad española. Su primer secretario, Juan José Rodríguez Ugarte, recuerda cómo una de sus primeras campañas a favor de la amnistía para los presos políticos acabó con la detención de varios de sus miembros cuando se dirigían a entregar 150.000 firmas. “Aquellos fueron años marcados por una sociedad civil emergente y una Iglesia en transformación postconciliar”, señala. Otras iniciativas del tiempo de la Transición -con Joaquín Ruiz Jiménez como presidente- fueron las tendentes a conseguir la abolición de la pena de muerte y el reconocimiento del derecho a la objeción de conciencia al servicio militar.
Tras aquellos años duros, vinieron tiempos más felices. “A finales de los 80 se trabajaba muy bien con todo el mundo en temas sociales -recuerda Ansó-, lo mismo con las ONG que con partidos políticos e, incluso, grupos alejados de la Iglesia”. A Ansó le gustaría que Justicia y Paz aprendiera de aquella época para “tender puentes en una sociedad como la de hoy, dominada por la crispación”; también cree que “la Iglesia debería apostar más por esta organización y poner más medios a su disposición”.
‘Algo descolocada’
Testimonios como los de estos antiguos secretarios, que desgranaron sus experiencias el pasado fin de semana en la Fundación Pablo VI de Madrid con motivo de la efeméride, muestran que la historia de la Comisión Justicia y Paz durante los últimos 40 años es una imagen de los cambios por los que han pasado la Iglesia y la sociedad de España. Según José Miguel Rodríguez, de la Universidad de Valladolid, que habló sobre la evolución de las ideologías económicas en los últimos años, “Justicia y Paz está algo descolocada hoy en la Iglesia”.
Sin embargo, en su día a día, las comisiones que trabajan en la mayoría de las diócesis (cuyo trabajo puede seguirse en http://www.juspax-es.org), junto con la Conferencia de Comisiones en Europa y, a menudo, en colaboración con organizaciones como Manos Unidas, CONFER y Cáritas, siguen siendo un exponente de lo mejor que hacen hoy los laicos en una Iglesia que sigue necesitando gente que tenga “un pie dentro y otro fuera”.