(Alejandro Fernández Barrajón– Presidente de CONFER)
“Todos los ataques a los derechos humanos han de sonrojarnos, pero aquellos que tienen a los niños como víctimas tenían que desgarrarnos por dentro: explotación infantil, abusos, pederastia, analfabetismo, abortos…”
Entre las muchas noticias con las que desayunamos o viajamos en el Metro todos los días, hay algunas que se convierten en fuente de diálogo a lo largo del día y otras que pasan desapercibidas escondidas detrás de un titular.
Entre esas noticias desapercibidas, yo quiero rescatar una que merece ser tenida en cuenta y destacada en titulares llamativos. Hay muchos esclavos en el Tercer Mundo y en Europa que son simplemente niños.
La ONG Save the Children lo ha denunciado, y muchos periódicos importantes apenas lo han destacado. Hay unos 218 millones de niños y niñas de entre 5 y 17 años que realizan trabajos peligrosos y en régimen de explotación. ¿Quién ha dicho que ha sido abolida la esclavitud?
Todos los ataques a los derechos humanos han de sonrojarnos, pero aquellos que tienen a los niños como víctimas tenían que desgarrarnos por dentro: explotación infantil, abusos, pederastia, analfabetismo, abortos… Una sociedad que se despreocupa de sus niños está cavando una fosa para sí misma.
En este drama humano las víctimas más indefensas son las niñas. Las informaciones previenen ante la posibilidad de que esta explotación se esté dando ya en algunos lugares de España. La inmigración puede hacer posible la práctica de las petites bonnes, o de las niñas analfabetas que provienen de zonas rurales, sobre todo de Marruecos, para ser explotadas en labores domésticas. Ya sucede en Francia y en el Reino Unido, donde hay muchas niñas africanas como esclavas domésticas. Si toda esclavitud ha de ser condenada de inmediato, a la esclavitud infantil no podemos concederle tregua. Por nuestro bien.