La estrategia de la TV católica

Fvidal 8FERNANDO VIDAL | Profesor de Sociología en la Universidad Pontificia Comillas

“Se anuncia la fusión de Popular TV y Canal 13, ambas propiedad de la Iglesia. (…) Sería bueno que se adoptara no solo un alcance nacional que incluya a todas las autonomías, sino también que fuera incluyente desde el punto de vista político; sencillamente, plural”

Se anuncia la fusión de Popular TV y Canal 13, ambas propiedad de la Iglesia. La difícil sostenibilidad de ambas, con audiencias cada vez más segmentadas y volátiles, impulsa a la concentración de los esfuerzos. Posiblemente es razonable esperar que existan servicios informativos televisivos en los que la Conferencia Episcopal presente una visión de la realidad. Existen otros canales, como Intereconomía, que lo hacen. Pero sería bueno evitar las divisiones surgidas en el debate con la Cope. No son pocos los católicos a los que disgusta la línea marcadamente conservadora y el estilo que impregna a buena parte de la parrilla televisiva autoidentificada como católica.

Sería bueno que en la redefinición de la televisión confesional católica en España, que ahora impulsa la CEE, se adoptara no solo un alcance nacional que incluya a todas las autonomías, sino también que fuera incluyente desde el punto de vista político; sencillamente, plural. Que refleje la propia pluralidad de la comunidad católica en España. Que huya de ese modelo de televisión incendiaria y reaccionaria en el que tan fácil es caer muchas veces para llamar la atención.

Además, también es preciso hacer énfasis en una cuestión: el problema no es tanto de medios como de contenidos. Hay que hacer un especial esfuerzo en contenidos de calidad, innovadores, competitivos. No estar reponiendo viejas series del siglo pasado, que refuerzan la vieja idea de que cualquier tiempo pasado fue mejor.

Para ello, es necesario promover un foro plural de creadores televisivos de contenidos. Hay guionistas y creativos muy competentes que trabajan en otros medios, en distintas productoras.

Urge una televisión católica más plural y más innovadora. Ahora que hay cambios estructurales, esto forma sin duda parte del desafío.

En el nº 2.754 de Vida Nueva.

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