VALENTÍN ABELENDA CARRILLO (SALT, GIRONA) | El papa Francisco define a la familia como “los ladrillos de la sociedad”. A mediados de septiembre, el Santo Padre ofició por primera vez en la Basílica de San Pedro el matrimonio de 20 parejas, entre las que se encontraban algunas que ya vivían juntas e incluso tienen hijos.
El gesto, que se producía tres semanas antes de que se iniciara el encuentro de obispos reunidos en asamblea sinodal, fue considerado por los observadores vaticanos como una nueva prueba de la defensa del Papa argentino de una Iglesia “misericordiosa”.
En su homilía, Francisco aseguró que la familia es el primer lugar donde se forman las personas y, como decimos, los “ladrillos de la sociedad”. Además, el Pontífice defendió que es “incalculable” la fuerza, la carga de humanidad y la ayuda recíproca de una familia. También durante la homilía, el Papa explicó que “es normal que los esposos se peleen siempre”, pero que no hay que “terminar nunca el día sin haber hecho las paces”. “Es suficiente un pequeño gesto y así se continúa caminando”, comentó en una basílica ocupada por los familiares de las parejas de novios que el Pontífice unía.
Durante el primer sacramento del matrimonio que administra en su pontificado, Bergoglio recalcó que “el matrimonio no es una ficción”, sino que se trata del “sacramento del amor”. El Papa advirtió, además, de que el matrimonio no es un “camino liso”, sino “difícil” y “con conflictos”, al reconocer que hay parejas que sienten la tentación de “abandonar el camino”, que “no soportan el viaje de vida conyugal y familiar” y que “pierden el gusto del matrimonio”, al tiempo que les aseguró que “el amor de Cristo puede restituir a los esposos la alegría de caminar juntos”.
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