JESÚS SÁNCHEZ ADALID | Sacerdote y escritor
“El Gobierno autonómico ha otorgado al Seminario Diocesano San Atón de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz la más alta distinción de Extremadura…”.
Tal y como están los tiempos, es raro que las instituciones públicas concedan distinciones a las eclesiásticas; máxime si se trata de un seminario católico. En Extremadura ha sucedido: el Gobierno autonómico ha otorgado al Seminario Diocesano San Atón de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz la más alta distinción de la comunidad, la Medalla de Oro de Extremadura. Y todavía el acontecimiento ha resultado más sorprendente si cabe por el hecho de que la decisión ha sido acogida con sumo agrado tanto en la ciudadanía como en los círculos de opinión.
El Seminario de Badajoz fue creado en 1594 y es el primer Instituto de Enseñanza Media fundado en la región. También fue durante años el primer Centro Universitario de Extremadura, reconocido como tal en 1793. Además, creo que lo más destacable es el gran servicio humano, formativo y cultural que ha prestado y sigue prestando.
En aquellos tiempos en que no había recursos ni posibilidades de salir a estudiar fuera, para muchas familias humildes, el Seminario fue la única manera de obtener estudios superiores. Por eso, centenares de aquellos seminaristas, luego sacerdotes o no, contribuyeron al desarrollo extremeño en diferentes ámbitos. De allí salieron científicos, escritores, artistas, empresarios, políticos y muchos curas. Todos conocen su labor en la posguerra.
Muchos personajes ilustres deben en gran medida sus inicios y su espíritu generoso a la formación allí recibida. ¡Enhorabuena!
En el nº 2.862 de Vida Nueva
