El pasado lunes día 16, muchos informativos se hicieron eco de una “terrible tragedia”: el hundimiento en aguas de Lanzarote de una patera acabó con la vida de 24 magrebíes, 15 de ellos menores de edad. Las cotas más altas del dramatismo se alcanzaron cuando se supo que habían naufragado a tan sólo 20 metros de la costa… ¡tan cerca el objetivo! ¡tan escaso el valor de la vida! Sin embargo, lo que no abrió los informativos de esa jornada, repletos de datos de crisis y corrupción política, fue esta otra noticia: de haber sido algunos más y haber llegado con vida al distrito madrileño de Vallecas, habrían sido “suficientes” para engrosar un oscuro colectivo: el de la sospecha. La filtración de una nota interna de la Policía dejaba claro que cada semana se tenía que detener a un “cupo de 35 extranjeros”. ¿Y si no lo hay? “Se va a buscarlos”, concluía la nota del prejuicio.
En el nº 2.649 de Vida Nueva.