Ha habido cientos de muertos, probablemente más que en Bombay, y miles de desplazados a los que no ha ido a recoger ningún avión. Pero el horror que se vive en Nigeria ha pasado de puntillas por los informativos. El estallido de violencia que ha asolado durante varios días las calles de Jos se debe a las acusaciones de fraude vertidas por la oposición en las elecciones locales allí celebradas. Líderes religiosos del país han desmentido a la agencia Misna que el origen de la violencia sea religioso debido a la convivencia entre musulmanes y cristianos, una peligrosa mecha que ya ha prendido otras veces en el mayor país de África. “La gente usa el pretexto de la religión para cometer sus crímenes”, ha dicho el presidente del Senado, de religión católica. “No permitan que la política destruya su religión”, declaró el ex presidente nigeriano, Yakubu Gowon.
En el nº 2.639 de Vida Nueva.