¡No queremos ropa manchada de sangre!

protesta de la Campaña Ropa Limpia en Barcelona
protesta de la Campaña Ropa Limpia en Barcelona

‘En Bangladesh no hay semana fantástica. La moda explota todo el año. Basta de explotación, basta de impunidad’

OSKAR FERNÁNDEZ MARTÍN, Comunicación de SETEM Euskadi y Campaña Ropa Limpia

Campaña Ropa Limpia lleva más de 20 años luchando por que las trabajadoras y trabajadores de los países del Sur en donde se realiza nuestra ropa tengan unas buenas condiciones de trabajo. Las prendas que nos ponemos, en muchas ocasiones vienen marcadas por un sistema de trabajo que es la nueva esclavitud de nuestro siglo. Horarios de hasta 14 horas, sin derechos laborales, con sueldos míseros que difícilmente superan los 30 euros al mes, poca o nula efectividad de sus sistemas de seguridad…

Mientras, las marcas transnacionales de la industria textil miran a otro lado, se lavan las manos diciendo que ellos tienen programas de Responsabilidad Social Corporativa y que no pueden controlar todo lo que sucede en las fábricas proveedoras.

El reciente derrumbe de un edificio en Bangladesh ha sacado a la luz todas las miserias de unos y otros. La magnitud del accidente (más de mil muertos) ha hecho que muchas personas consumidoras se pregunten qué hay detrás de la ropa que compran. En esta época de cambio en la que nos encontramos, la sociedad cada vez tiene más inquietudes que desea resolver y está despertando del falso Estado de bienestar en el que estábamos engañados y engañadas.

Nosotros, como personas consumidoras, tenemos la responsabilidad de saber lo que compramos, de informarnos y, posteriormente, elegir qué producto consumir. El activismo político parte de nuestra compra diaria, no solo en la alimentación, sino también en el comercio textil. Tenemos que presionar a las grandes marcas para cambiar sus malas prácticas en la producción de la ropa. No podemos hacer lo que ellas: mirar a otro lado y rendirnos ante jugosas ofertas de ropa que esconden esclavitud y muerte.

No solo será beneficioso para
las personas trabajadoras de los países del Sur,
también para nosotros, que estaremos
comprando sin cargas morales.

No solo será beneficioso para las personas trabajadoras de los países del Sur, también para nosotros y nosotras, que estaremos comprando sin cargas morales. Sin hablar de la calidad de la ropa –antaño, la de nuestros abuelos duraba años y años, y seguro también que muchos hemos heredado ropa de nuestros hermanos–, que ahora tiene una duración limitada, hemos entrado en un vicioso hábito de cambiar el vestuario cada año o cada temporada. Y es algo que también podemos exigir: ropa de más calidad.

Muchas veces se habla de que si se logran todos estos objetivos, subiría mucho el precio de la ropa. Falso. En las fábricas proveedoras de Bangladesh, Pakistán, Camboya, China, Turquía, etc., no solo se produce ropa para empresas de productos textiles de precios bajos, sino que también grandes marcas que venden la imagen de calidad debido al alto precio de sus productos están en este juego.

Para finalizar, aclarar que Campaña Ropa Limpia no es una organización que busque el boicot de unas marcas sí y otras no, sino que pretende denunciar las prácticas que se cometen, informar y concienciar. Si queréis información, podéis visitarnos en nuestra web. ¡No queremos ropa manchada de sangre! ¡Queremos ropa limpia!

En el nº 2.853 de Vida Nueva.

 

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