Nobel a la buena voluntad

Obama-Nobel“Sorprendido y honrado”. Así se mostró el presidente estadounidense, Barack Obama, tras conocer la noticia de que es el nuevo Nobel de la Paz, un premio que reconoce sus “esfuerzos extraordinarios por reforzar la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos”, además de valorar su llamamiento a reducir el armamento nuclear y su trabajo por la paz, especialmente en Oriente Medio. Méritos que, a juicio de muchos, están por demostrarse en menos de un año al frente de la primera potencia del planeta. Pero Obama, tercer mandatario de aquel país que recibe este galardón durante el ejercicio de su cargo, no lo hace en reconocimiento a sus logros, sino a las metas que se ha fijado para el mundo. Un mundo que, al parecer, no anda muy sobrado de referentes, cuando, huérfano de realidades esperanzadoras, se tiene que conformar con premiar expectativas.

En el nº 2.679 de Vida Nueva.

Compartir