(Pedro Gaviria– Correo electrónico) Me gustaría llamar la atención sobre el hecho de que, desde hace dos años, y por iniciativa de la Parroquia Virgen Madre (en Nueva Andalucía, Marbella), su párroco de entonces, Don Ramón, y el actual, Don Eduardo, junto con un médico, la representante de Cáritas parroquial (Pepa Ibarnegaray) y una empresa privada, atienden una casa de acogida para intentar dar una salida a mujeres embarazadas en peligro de abortar. Esta casa es gestionada por Cáritas parroquial de Nueva Andalucía y financiada en su totalidad por iniciativa privada.
La idea, como supongo que la de otras casas de similares características, es la de dar una salida a posibles madres permitiéndoles estar ahí durante la gestación y unos meses después del nacimiento de su hijo hasta que encuentren acomodo y trabajo.
Me gustaría resaltar el hecho que la sola existencia de esta casa ha salvado ya a algunos niños (madres que han seguido adelante con la gestación aunque no han llegado a usar la casa) al encontrar las madres una salida, además de las que están actualmente viviendo ahí.
Mi intención con esta carta es llamar la atención de que, además de las casas citadas en el artículo publicado en Vida Nueva con el título de Sí hay alternativas al aborto (número 2.650), hay una más, gracias a Dios.
En el nº 2.654 de Vida Nueva.
