JESÚS DOMINGO MARTÍNEZ (GIRONA) | En su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, el Papa recuerda que la paz es un don de Dios, pero que somos los hombres y mujeres los que estamos llamados a ponerla en práctica.
Francisco nos pide vencer la indiferencia para conquistar esa paz que nos parece tan esquiva. Salir de esta indiferencia es una decisión propia del Año de la Misericordia, una decisión que imita el movimiento de Dios hacia nosotros.
En el nº 2.973 de Vida Nueva
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