Los brotes de xenofobia en Italia cada vez son más ostensibles… y preocupantes. Según una encuesta hecha pública recientemente por el diario La Repubblica, el 50,7% de los italianos considera a los inmigrantes “una amenaza para la seguridad y el orden públicos”. Aunque, afortunadamente, también hay quien no se resigna. El pasado fin de semana hubo una marcha que concentró en Roma a 50.000 personas en contra del odio al extranjero. En la misma línea, la comunidad de San Egidio denunció en un comunicado “la impresionante escalada de racismo” desatada en estos meses en el país transalpino. Este “clima irresponsable e irrespirable de caza al diferente” es atribuido directamente por ese movimiento católico a “representantes de la Administración Pública y el Parlamento”, que “no se avergüenzan de incitar el desprecio hacia inmigrantes, gitanos, rumanos y musulmanes”.
En el nº 2.631 de Vida Nueva.