Canarias cuenta con una Escuela de Formación Sociopolítica y fe cristiana
(Miguel Ángel Malavia) Recientemente ha sido inaugurado, por cuarto año consecutivo, un nuevo curso de la llamada Escuela de Formación Sociopolítica y fe cristiana, organizado por el Instituto Superior de Teología de Canarias (ISTC). Su director, que a su vez lo es del Instituto, Policarpo Delgado, disecciona cuáles son los objetivos principales que pretenden conseguir con las clases: “Despertar y profundizar un sentimiento de conciencia en el cristiano de hoy”, con el fin de que comprenda “qué implica su condición de creyente dentro de la sociedad concreta en la que está inmerso”. A nivel práctico, “se trata de adquirir las claves que capaciten para el análisis de todo cuanto ocurre a nuestro alrededor”, manteniendo un “sentido crítico” que facilite un “modo de situarse en el mundo”. “Para ello -aclara el director-, es necesario perfilar la espiritualidad que debe acompañar a todo compromiso social o político”.
El germen de la Escuela ha de buscarse en el Sínodo Diocesano de 1991, en el que se abordaron una gran diversidad de temas: la familia, la juventud, el mundo del trabajo, etc. Al final, los allí congregados tuvieron claro que había que desarrollar una pastoral directa y efectiva de cara a los laicos. Ya entonces, funcionaba la Escuela de Formación de Laicos, que colaboraba con otras instituciones, como Cáritas o Acción Católica. Pero fue, con el paso del tiempo y tras varias disquisiciones, cuando acabó fraguando el proyecto de crear lo que hoy es este “centro de debate y reflexión”, como lo cataloga Policarpo Delgado. Él mismo, sacerdote diocesano, recuerda cómo su preocupación por los laicos viene de su etapa de estudiante, cuando dedicó su tesis a La misión de los seglares en el mundo. Cuestionado en este sentido, su respuesta es clara: “Sin los laicos, la evangelización del mundo es imposible”.
El funcionamiento de la Escuela trata de adaptarse a la diversidad de sus asistentes: personas a partir de los 30 años (el abanico de edades es tan amplio que abarca también a jubilados) y con profesiones varias: desde políticos a periodistas, pasando por médicos, economistas o religiosas, por poner algunos ejemplos. Por evidentes motivos geográficos, los cursos se imparten en tres escuelas diferentes, pero coordinadas: Lanzarote (con 30 alumnos), Las Palmas (25) y Galdar (15). Los horarios son tardíos (de 19.30 a 21.00 horas, cada 15 días), con el fin de que los que trabajan puedan complementarlos con las clases. Las mismas consisten básicamente en charlas sobre los más diversos temas. Algunos de los que están previstos para este año son Cristianismo y laicidad, Situación política de España y Canarias hoy, Causas y consecuencias de la crisis económica, Ecología y desarrollo o Diálogo entre cultura y fe. Cada día, un especialista en la materia expone sus ideas en una ponencia. Posteriormente, tiene lugar un debate directo con un diálogo claro y sencillo, apto para la participación de todos los presentes. De este modo, a lo largo de todo un año, “la capacidad de análisis del asistente es mucho mayor” que cuando empezó, siéndole mucho más fácil “interpretar las claves que le ayuden a comprender todo cuanto sucede a su alrededor a la luz de la particular óptica de su fe”, afirma el director.
Policarpo concluye animando a todos aquellos laicos “que piensan que la fe ha de estar relegada al ámbito exclusivo de lo privado” a que sopesen lo que implica declararse cristiano hoy. “Si somos seguidores de Cristo, estamos llamados a evangelizar, no podemos guardarnos el secreto de la Buena Nueva para nosotros. Y para eso es imprescindible estar en medio del mundo, inmerso en su devenir con una óptica crítica y abierta”.
En el nº 2.636 de Vida Nueva.