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Francisco Juan Martínez Rojas, delegado de Patrimonio Cultural de Jaén FRANCISCO JUAN MARTÍNEZ ROJAS | Deán de la Catedral de Jaén y delegado diocesano de Patrimonio Cultural

“Si san Pablo viviese hoy, sin duda recurriría a las redes sociales con el mismo fin que ha movido al Papa a abrir cuenta en Twitter…”.

Dos Papas con el ordinal XVI, y de nombre Gregorio y Benedicto, respectivamente, ofrecen dos posiciones diferentes ante las innovaciones de la técnica, explicables en parte por el tiempo que separa sus pontificados.

De Gregorio XVI se cuenta que no quiso que se construyese el ferrocarril en los Estados Pontificios para evitar así la entrada de ideas novedosas y revolucionarias en el territorio que gobernaba como Papa Rey. El actual pontífice, Benedicto XVI, anima a recurrir a las nuevas tecnologías para difundir el Evangelio, y ha dado ejemplo abriendo su cuenta en Twitter. Yo, que soy más de Facebook, me he animado también a usar la red social en la que Benedicto ha hecho su aparición, logrando numerosos seguidores –más de 1.200.000– desde el inicio.

Hace 50 años, ya advirtió el Vaticano II que “la técnica, con sus avances, está transformando la faz de la tierra” (GS 5). Y esa transformación se palpa en los mismos métodos de evangelización. Si, en palabras de Juan Pablo II, la nueva evangelización se debe caracterizar por el recurso a nuevos métodos, las redes sociales son una útil herramienta para difundir el mensaje del Evangelio a través de nuevos canales que, transformando la palabra en una realidad virtual, no por ello le restan poder comunicador.

Si san Pablo viviese hoy, sin duda recurriría a las redes sociales con el mismo fin que ha movido al Papa a abrir cuenta en Twitter: “Hacerse todo para todos, para ganar, sea como sea, a algunos” (1Cor 9,22).

En el nº 2.832 de Vida Nueva.