En tiempos en los que el laicismo pretende relegar lo religioso al desván de lo oculto, los defensores de que los fieles de todas las religiones tienen derecho a mostrar su fe en público sin tener que ser considerados por ello ciudadanos de segunda, están de enhorabuena con iniciativas como la de Melilla. Allí, el Gobierno de la ciudad autónoma acaba de aprobar, con el consenso de todas las fuerzas políticas, la consideración de día oficial festivo, a partir de 2010, del Aid el Kebir (la Fiesta del Cordero), la celebración más importante para los musulmanes, que representan allí casi el 50% de la población de la ciudad. En Ceuta se está estudiando ahora la posibilidad de hacer también festiva la misma jornada.
En el nº 2.639 de Vida Nueva.