Una entrevista y una columna

EDUARDO CIERCO (MADRID) | Interesante la entrevista a Beniamino Stella, prefecto de la Congregación para el Clero, que se ocupa de los 415.000 sacerdotes, 120.000 seminaristas y 40.000 diáconos que hay en el mundo. “La escasez de sacerdotes crea a veces estrés pastoral” o “la mies es mucha y pocos los recolectores”, afirma.

La dedicación a los seminaristas se inicia con la Carta Apostólica Ministrorum institutio, de Benedicto XVI, y ha sido reforzada por Francisco al designar a un arzobispo como secretario para los Seminarios.

Modestamente, sugiero: ¿y por qué no otro para los diáconos? Son importantes para la Iglesia y arrancan de una tradición antiquísima. Los apóstoles contaban con ellos, aunque solo Pablo mencione a Febe, “diaconisa de la Iglesia de Cencreas” (Rm 1 y 2).

Jesús Sánchez Adalid, en su columna en el mismo número, alude a los nuevos “precarios” con datos escalofriantes: ya hay en España 3.350.000, de los cuales el 57% cobra por debajo del salario mínimo interprofesional (652 euros). Siempre expuestos a la más descarnada explotación laboral.

Añado que 20.000 niños mueren de hambre en el mundo cada día. Entre nosotros, 3.000.000 de personas viven bajo el umbral de la pobreza. Cáritas y los Bancos de Alimentos no dan abasto. Mientras, en todo nuestro planeta, el 0’1% multiplicó su riqueza por 20 en los últimos 50 años y el 1% por 10.

Son esas cosas contra las que, un día sí y otro también, clama el papa Francisco.

En el nº 2.895 de Vida Nueva

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